16 octubre, 2011

"Pues pagadle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios"
Así se expresa el Señor en el evangelio de este Domingo, y a mí me asalta la duda ¿que hay en mí? ¿De quién soy reflejo? Y me da miedo Señor, ser reflejo tuyo, estar hecho a tu imagen y semejanza, porque eso significa que soy tuyo, mal que a veces me duela. Y en muchísimas otras ocasiones prefiriese ser del mundo. 
Enséñame Señor que Tú eres Dios y no hay otro, que todos mis dioses son sólo apariencia, obra de manos humanas que no pueden hablar, ni escuchar, ni mucho menos salvar. Ten paciencia conmigo que Tú sabes que soy de cerviz dura y que muchas veces me cuesta, Tú sabes cuánto, aceptar tu voluntad. Enséñame que no necesito conocer mi futuro, ni intentar dirigirlo, que me basta con saber que mi futuro es tu voluntad. Enséñame a confiar en Ti, como el niño que duerme en los brazos de su madre.

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