25 diciembre, 2011

Puer natus est nobis

Pues sí, un Hijo se nos ha dado. Gracias María por tu generosidad, por tu sí, sin condiciones ni medias tintas. Gracias por tu sí en Nazaret, ante el anuncio del ángel de que ibas a ser Madre de Dios. Gracias por tu sí en Belén, cuando al Dios de cielo y tierra, no pudiste ofrecer más que aquel destartalado establo para nacer. Gracias por tu sí, en Caná de Galilea, cuando tu Jesús convierte el agua en vino, para no aguarle a los novios la boda. Gracias por tu sí en el Calvario, gracias por aceptar ser Madre nuestra, aunque a veces no sea sencillo ser nuestra Madre, ni te demos motivos, precisamente, para estar orgullosa de nosotros. Gracias porque fuiste guardando todas aquellas cosas meditándolas en tu corazón y hoy, dos mil años más tarde, las sigues compartiendo con nosotros tus hijos.
Feliz Natividad del Señor

16 diciembre, 2011

Pablo cumple 4 meses

Hace casi un año, el día de la lotería de navidad, nos daban la noticia de que pronto aumentaría la familia en uno más. Y, en aquel momento, no fuimos conscientes del premio gordo que nos había tocado. Gracias Señor, por estos 4 meses de Pablo, el gordo de la lotería de Navidad no nos hubiese traído una alegría tan grande y tan duradera en el tiempo. Sólo Tú, Señor y tu Santísima Madre, sabéis lo que os hemos pedido por él. Hoy, Señor, Señora, no va a ser menos, nuevamente lo encomiendo a vuestra protección. Cuidad su sonrisa, que alegra e ilumina a los que estamos a su alrededor; sus ojillos curiosos que todo lo quieren ver, cuidad sus manitas que todo lo quieren tocar, y cuidad que sus pies no se arrastren a terrenos peligrosos.  Señora, bien sabéis que al primer lugar donde salió Pablo fue a visitar vuestra imagen Santísima a la Parroquia, no os olvidéis nunca de él. Poned vuestras manos poderosas para protegerlo, rogad por él a vuestro Hijo. Señora agradeced también a vuestro divino Hijo este regalo, tan grande tan grande, que nosotros no sabríamos nunca agradecer. Muchas gracias Madre.

14 diciembre, 2011

Navidad es menos navidad


Señor Jesús, leo en Twitter, la entrada de mi buen amigo que dice: "Este año, por la crisis, la Navidad es menos Navidad. Noto ausencia de ilusión y la preocupación se palpa" y no sé muy bien si se refiere a la crisis económica o a la espiritual. Si no eres creyente la Navidad no es nada. Sólo una época de consumismo desenfrenado, como lo pueden ser las rebajas o el día de San Valentin. Si eres creyente, Navidad es Navidad, es la noticia tantas veces repetida y siempre novedosa, siempre fresca. Dios se hace hombre, Dios acampa entre los hombres. Y sí, Señor, viniste hace dos mil años, todavía se nota tu presencia en nuestra vida y al mismo esperamos ansiosos tu venida que ponga luz en nuestras oscuridades y calor de vida que funda el hielo de nuestros corazones. Sólo así, Señor, la navidad volverá a ser el mensaje que anuncia la buena nueva a los hombres y mujeres de buena voluntad. Señor, que las preocupaciones de cada día, que parecen acentuarse más a cada momento que pasa, no nos impidan escuchar la gran noticia de tu venida a nuestra carne mortal. Que el peso de nuestras cruces, no nos impida cantar junto a los coros angélicos: "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor"

11 diciembre, 2011

Estad siempre alegres en el Señor, os lo repito: estad siempre alegres. El Señor está cerca. Flp 4,4-5

Benedicto XVI con la casulla rosa del domingo gaudete
Como un respiro, en medio de este tiempo penitencial, aparece la exhortación a la alegría en la antífona de entrada de este tercer domingo del adviento. Domingo gaudete. Y parece, cuando menos inapropiada dicha exhortación. Estad alegres, dice la antífona ¿con la que está cayendo? Con la prima de riesgo desbordada, con cinco millones de parados, con una crisis espiritual y económica como nunca antes se vivió... y San Pablo invitándonos a la alegría. ¿Puede haber alegría con semejantes datos sobre nuestra vida?
Pues la respuesta es SÍ. El mismo San Pablo nos lo aclara: El Señor está cerca. Y ante tamaña realidad no cabe otra actitud que la alegría. Alegría del pobre que sabe que se acerca el fin de su pobreza. Alegría del hambriento ante la proximidad del que le trae la comida. Alegría del sediento que sabe cercano el pozo. 
Apenas quedan dos semanas para Navidad. Vuela ahora mi imaginación a Nazaret, junto a María. Ella intuye que muy pronto verá la cara de Dios hecho hombre, ¿como será? Llevará, sin duda alguna, sus rasgos. ¿Qué le dirá María a su Dios hecho carne en sus entrañas? ¿Qué conversaciones tendrán entre ambos?
Señora Santa María, Señora del Adviento, enseñanos a esperar a Cristo, como Tú lo esperaste alegres y bien dispuestos. Enseñanos a combatir el tedio y el aburrimiento, transforma nuestra espera en esperanza. Nuestros miedos en seguridades. Transforma nuestra vida, dura y fría, en cálida cuna para acoger a Jesús. Como Tú, Madre nuestra, queremos tener la misma ilusión, queremos acercarnos, a ti, para exclamar como Isabel "Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá". Santa María, Virgen de la Esperanza, llévanos a Jesús.

08 diciembre, 2011

Ecce virgo concipiet. Is. c. VIl, v. 14. «He aquí que una Virgen concebirá.»





 «A la Virgen María, Madre de Dios, exenta de toda mancha desde su origen, Pio IX, Pontífice máximo, después de confirmar por decreto del VI de los idus de diciembre del año 1854, la fe en este insigne privilegio, hizo levantar este monumento en el año XII de su pontificado.».

Hermosa sois, oh Madre Inmaculada, 
el mismo Dios formó tanta beldad, 
te viste el sol, tu pie calza la luna,
tu sien de estrellas coronada está. 
Ay, tiéndeme, oh Madre una mirada, 
de paz y amor llenadme el corazón,
y por la fe que tu gracia me inspira, 
ensalzaré tu pura Concepción.


Los cielos y la tierra en ti se encontrarán,
María, dulce abrazo que el hombre y Dios se dan.

La viejas profecías que hablan del Señor, nutrían la esperanza de Israel.
La flor que nacería en tierra virginal, un hijo que sería el Enmanuel.

Quien hizo las estrellas te vino a mendigar, tu carne y tu latido de mujer.
El Dios omnipotente no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer.

Los magos y pastores que fueron al portal, hallaron en tus brazos a Jesús.
Sabemos que a tu lado le vamos a encontrar, lo mismo en la alegría que en la cruz.