«Sumo, glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor,para cumplir tu santo y verdadero mandamiento» (OrSD).
22 marzo, 2012
Seguirte...
Y lo pienso en días como hoy, que mi cuerpo ya no da más de si, y el cansancio invade hasta el último rincón de mi alma. Y te miro. Y mientras miro tus pies rotos pienso que sería estupendo cederte mis pies cansados, para que puedas llegar a más hermanos; cederte mis manos torpes para que puedas seguir bendiciendo y ayudando a tanta gente; donarte mis ojos, que a estas horas ya les molestan las gafas, para que puedas mirar con claridad a más gente; y mi lengua viperina, para que la transformes en un instrumento de paz. Y recuerdo no sé porqué, aquella frase, aquel deseo: "Señor, que yo me olvide de mí, para parecerme más a Ti. Y dame sólo lo que a Ti más me pueda acercar." Y ya te digo que a pesar de mi cansancio, la distancia que nos separa ahora la veo más pequeña que nunca. Y atrevido, por niño o por ignorante no lo sé, poner mi beso en tu costado abierto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario